«Profe, ¿por qué muchas consonantes no se pronuncian en francés?». Esta es quizás, sin duda, una de las preguntas más frecuentes que te hacen los estudiantes de esta lengua en sus primeras clases (y que les traerá de cabeza más de un año).
Además de una gramática sobre el Bon usage (buen uso), el Grevisse ha sido uno de los recursos más utilizados en el proceso de la enseñanza-aprendizaje.
Tradicionalmente, filólogos y otros estudiante teníamos que cargar con este «libro gordo de Petete» (en este caso, Grevisse), puesto que existía en versión papel exclusivamente. Sin embargo, ya hace tiempo, las nuevas tecnologías nos ahorraron espacio y digitalizaron su edición (ahora con 3 meses de suscripción gratuita).
De hecho, navegando por esta web, hemos descubierto su interesante blog: Chroniques Grevisse. Una de las secciones de dicho blog recoge preguntas sobre la lengua realizada por niños de diversas edades (o no tan niños).
Por lo tanto, hoy os traemos la traducción de la entrada de este blog del 12 de octubre de 2018, realizada por Jean-Christophe Pellat, y que recogía la cuestión sobre la no pronunciación de ciertas consonantes:
¿Por qué muchas consonantes no se pronuncian en francés?
Cuando la ortografía y la pronunciación nos juegan malas pasadas…
Una de las mayores dificultades del francés es la diferencia entre la ortografía y la pronunciación, que se debe a dos razones. En la evolución de la lengua, muchas consonantes se volvieron mudas (Bon usage, sección 91 b 5.ª), como la -s final, marca del plural de los nombres y adjetivos, o de numerosos finales (plomb, laid, long, fusil, manger,…). La mayoría de las consonantes dobles se pronuncian como consonantes simples (homme, attendre).
Además, a partir del siglo XIV, se añaden muchas consonantes mudas provenientes de etimologías latinas y griegas, ya que el francés aparece como un latín sin consonantes: scauoir, phantosme, obmettre, … En ciertos casos, las letras añadidas servían para indicar la pronunciation, como la -s después de la -e- sin tilde en destruire (=é cerrada) o en teste ) (= è abierta larga).
De estas consonantes que eran mudas y añadidas, ciertas han desaparecido. Sin embargo, con el tiempo, muchas se han pronunciado, por influencia de la escritura sobre la pronunciación (los lingüistas hablan del efecto Buben). La Fontaine aún podía rimar ours (oso) con toujours (siempre), ya que la -s final era muda.
En el siglo XVII, las -r se pronunciaban entonces en finir (terminar), pero no en chanter (cantar). Esta tendencia a la pronunciación de consonantes gráficas sigue viva en advenir (ocurrir), pero está en curso para dompter, exact (domar, exacto).
Pero la diferencia aún perdura, sobre todo en el ámbito gramatical: los verbos tienen conjugaciones muy diferentes en lo que a fonética y ortografía se refiere.
Conclusión
Como habéis podido leer, la respuesta nos aclara por qué no se pronuncian muchas consonantes en francés, pero no nos ayuda mucho con nuestros alumnos principiantes.
Por ello, habrá que tener paciencia y recordarles que, al igual que en otros idiomas, una grafía no siempre representa un sonido.